miércoles, 21 de octubre de 2009

• Enloqueciendo



Anteriormente escribí una cita que hablaba sobre el tiempo. Ahora, aunque pueda resultar repetitiva, debo volver a nombrarlo.
Transcurre de forma extraña.

"Si no estás se pasa lento, a tu lado es un suspiro"

Básicamente, eso. Cuando eres feliz, el tiempo pasa demasiado rápido. Sin embargo, cuando no eres feliz, o te falta alguien... es insoportable.

"Cada manecilla del reloj duele como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal"

Pero es entonces, mientras esperas, cuando te das cuentas de cosas. Cuando no haces nada, piensas. Cuando piensas demasiado, nada bueno puede pasar. Ilusiones, miedos, dudas, malos recuerdos... Todo vuelve a salir a la superficie. Y es entonces cuando todo pasa más lento, si esque es eso posible. Algo que no es bueno se apodera de ti. Algo te hace olvidar lo bueno. Y algo no te deja respirar.

"Pero pasar, pasa. Incluso para mí"

Finalmente, cuando te acostumbras al dolor, aparece aquello que añoras. Aquello que incluso podrías haber olvidado, o aquello de lo que habías dudado. Y todas esas telarañas que rondaban tu cabeza desaparecen... por el momento. Pero, al menos, puedes volver a respirar profundamente.

Pero el tiempo vuelve a transcurrir deprisa.

¿Solución? ¿...qué tal conservar ese algo siempre? Entonces...


¿Cómo de corta puede resultar la eternidad?

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